miércoles, 4 de junio de 2008

A la bosta, Acosta



Bien merecida tiene esta derrota Fernando Niembro quien durante el partido tanto el cuero sacó a los modestos jugadores del viejo Fluminense, pues según este periodista porteño Boca fue "un equipo maduro", muy superior y mereció ganar la semifinal, mientras los locales fueron -siempre según don Fernando- un equipo que "hizo un papel de espectador" del juego, con "mucho temor a salir", "pobre desempeño en media cancha y sin reacción", que fue "un equipo endeble y timorato, asustado ante el arrolador juego de Boca", entre otras cosas. Así dijo -con sólo un poco de razón- el canoso comentarista, remordiéndose por el 1-3 abajo que el 11 porteño se trajo de un Maracaná colmado.
Casi el mismo argumento tiene La Voz del Interior cuando dice "(Boca) Fue claro dominador, pero no pudo reflejarlo en el resultado". Y Clarín opina lo mismo: "Boca jugó a ganar y sólo le faltó el gol", "mereció un Maracanazo", "Fue siempre dueño del partido, superior a Fluminense e hizo figura -otra vez- a Fernando Henrique".
La prensa argentina sólo nombra al arquero brasileño como figura del equipo tricolor e ignora lo bien que marcaron a Riquelme y el buen partido que hicieron el rápido Dodô, el gigante Washington, el ex River Conca y el defensor Thiago Silva. Sólo mencionan lo bien que jugaron los argentinos con Battaglia y Palermo a la cabeza.
Un periodista brasileño que habló por Fox Sports fue a mi entender más objetivo: "Boca debía ir al frente porque si no hacía al menos un gol, quedaba afuera. Era lógico, y Boca dominó más la pelota y presionó. Pero cuando Fluminense debió salir y buscar el partido, fue al frente e hizo los goles necesarios con un poco de suerte". Y digamos que en fútbol se gana con goles y una poca de suerte, por más que domine el partido quien sea.
Bueno, yo vi la semifinal me parece que el desempeño del Flu no fue "de simple espectador" del juego. Ni tan "pobre" debe haber resultado porque los xeneizes acabaron comiéndose una goleada. O sea, "endeble y timorato" las pelotas. No me trago el verso de Niembro. Los brasileños prepararon "su" partido, fueron vivos, se cuidaron e hicieron la justa aprovechando el contragolpe, mientras que a Boca no le salió casi ninguna, y encima había bronca entre Riquelme y el resto de sus compañeros. Y a la bosta Acosta: "o flusão" será, por primera vez en su larga y sufrida historia, finalista de la Copa. Ya lo dijo su DT Renato Gaúcho: "Soy humano y tengo derecho a errar en las decisiones que tomo, pero le hicimos tres goles a Boca (...) que es más que un gigante".
Y sí, sus dirigidos rompieron con 45 años de sequía de victorias brasileñas contra el auriazul en instancias finales de la Copa Libertadores. Y hayan ganado como hayan ganado, no es poco.
Al final, este año los únicos que van a festejar son las gallinas de Núñez. Mientras preparan las gargantas para el grito de campeón local, calladitas, ya deben estar preparando los clásicos afiches para mañana jueves empapelar la Capital con la alegría por la derrota ajena.

Agrego: Señor Niembro, un equipo "endeble y timorato" no hace cinco goles en una final de la Copa Libertadores de América.

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