lunes, 3 de marzo de 2008

Poemas clásicos


La Moza de la Finojosa

I
Moza tan fermosa
non vi en la frontera,
como una vaquera
de la Finojosa.

II
Faciendo la vía
del Calatraveño
a Santa María,
vencido del sueño,

por tierra fragosa
perdí la carrera,
do vi la vaquera
de la Finojosa.

III
En un verde prado
de rosas e flores,
guardando ganado
con otros pastores,

la vi tan graciosa
que apenas creyera
que fuese vaquera
de la Finojosa.

IV
Non creo las rosas
de la primavera
sean tan fermosas
nin de tal manera,

fablando sin glosa,
si antes supiera
de aquella vaquera
de la Finojosa.

V
Non tanto mirara
su mucha beldat,
porque me dejara
en mi libertad;

mas dixe: «Donosa
(por saber quién era),
¿dónde es la vaquera
de la Finojosa?...»

VI
Bien como riendo,
dixo: «Bien vengades;
que ya bien entiendo
lo que demandades:

non es deseosa de amar,
nin lo espera,
aquessa vaquera
de la Finojosa.»

Autor: Iñigo López de Mendoza, Marqués de Santillana (1398-1458)




Por vocación de dado


A lo fugaz perpetuo
y sus hipoteseres
a la deriva al vértigo
al sublatir al máximo las reverberalíbido
al desensueño al alba a los cornubios dime sin titilar por ímpetu
de bumerang de encelo
de gravitante acólito de tanto móvil tránsfuga cocoterráqueo
efímero
y otros ripios del tránsito
meditaturbio exóvulo
espiritado en Virgo en decúbito en trance en aluvión de incógnitas
con más de un muerto huésped rondando la infraniebla del dédalo
encefálico
junto a precoces ceros esterosentes dime al codeleite mudo del
mimo mimo mixto
al desmelar los senos
o al trasvestirme de ola de sótano de ausencia de caminos de
pájaros que lindan con la infancia
animamantemente me di por dar por tara por vocación de dado
por hacer noche solo entre amantes fogatas desinhalar lo hueco
y encontrarme inhallable
hora tras otra lacra más y más cavernoso
menos volátil paria
más total seudo apoeta con esqueleto topo y suspensivas nueces
de apetencias atávicas
al azar dime al gusto a las adultas menguas a las escleropsiquis
al romo tedio al pasmo al exprimir las equis a la veinteava esencia
y degustar los filtros del desencantamiento
o revertir mi arena en clepsidras sexuadas
y sincopar la cópula
me di me doy me he dado donde lleva la sangre
prostitutivamente
por puro pleno pánico de adherir a lo inmóvil
del yacer sin orillas
sin fe sin mí sin pauta sin sosías sin lastre sin máscara de espera
ni levitarme en busca del muy Señor nuestro ausente en todo caso
y tiempo y modo y sexo y verbo que fecundó el vacío
obnubilado
inserto en el dislate cosmos, a todo todo dime alirrampantemente
para abusar del aire del sueño de lo vivo y redarme y masdarme
hasta el último dengue
y entorpecer la nada
Autor: Oliverio Girondo (1891-1967)

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