domingo, 28 de septiembre de 2008
viernes, 19 de septiembre de 2008
Emolandia
No quieren cambiar la realidad, ni siquiera un mínimo aspecto de ella; piensan que eso no tiene sentido.
Algunos se autoflagelan mediante prácticas como, por ejemplo, cruzar con el semáforos en rojo o con la barrera baja, tirar basura a la vía pública, mirar programas de chimentos o de culos de alquiler en televisión, golpear cacerolas, evadir impuestos, negarse a denunciar delitos o testificar ante la Justicia, acomodar a familiares en puestos públicos, pagar o recibir coimas, votar candidatos de probada indigencia moral e intelectual o aplaudir a personajes como Blumberg y Julio Cobos.
Después, muchos de ellos, ante las injusticias que ellos provocan a sí mismos, se quejan y putean, expresando sentimientos negativos como el dolor, la desilusión, el miedo y la rabia.
Tienen la mirada triste, y cada día ganan nuevos adeptos en las grandes ciudades.
Se definen como personas sensibles. El mundo que los rodea no los comprende y, quizá por eso, tienden a victimizarse. Usan frases como "el mundo nos discrimina", “no nos entienden”.
En su andar y desenvolver diario, manifiestan un estado del alma, y hacerlo de manera compartida es mejor que corroerse en soledad. Por eso, suelen juntarse de a varios a charlar en un café para tirar soluciones mágicas o mesiánicas a los problemas del país, o para buscar remedios al gran drama futbolítico de la selección argentina.
Todos los fines de semana hay peleas entre las distintas tribus. Se discriminan entre ellos por el aspecto, la forma de hablar, la preferencia sexual, el color de la camiseta o de la piel. Encima de todo, suelen condenar moralmente a agrupaciones juveniles urbanas, como los emos, imputándoles actitudes supuestamente pesimistas ante la vida.
jueves, 11 de septiembre de 2008
Cuando Jiménez no era la Mona
Eran las ocho de la noche de un caluroso martes de carnaval, en febrero de 1971. El cielo de barrio Jardín se poblaba de nubes pintabas de un gris que amagaba ennegrecerse, a pocos minutos del comienzo del baile en el viejo club Corcemar. No había más de 60 personas en el lugar, un predio al aire libre que colindaba con las viviendas de los vecinos de la misma manzana.
Hasta allí llegué con un grupo de amigos del barrio, esperando la presentación de Alberto Tosas y Los Rebeldes, el conjunto sensación del momento. De repente, subió al pequeño escenario un locutor quien con voz fina anunció: “Señoras y señores, hace su presentación esta noche el Cuarteto del Pibe de Oro… Berna, con Carlitos Jiménez”. Mientras los músicos ocupaban sus posiciones, apareció entre el escaso público un muchacho muy flaquito, de no más de 20 años, de media estatura y larga melena lacia y oscura que caía sobre una camisa brillante y blanca, como lo era toda su ropa. “Permiso, permiso”, repetía caminando apurado y sacando pecho a los manotones, como abriéndose paso, pese a que se desplazaba por una pista lo bastante raleada como para llegar sin dificultad al escenario. Lo mirábamos sorprendidos, sin conocerlo, ya que nosotros esperábamos la orquesta de Tosas. Sólo un puñadito de ocho adolescentes que parecían ser sus seguidores, lo vitoreaban bien cerca de las tablas.
Ahí nomás empezó el recital y Carlitos, fiero como pocos, no tardó en mostrar sus dotes de animador, contorneándose y quebrando la cintura al compás del rancio piano de un pibe en silla de ruedas.
Minutos más tarde, corrían los comentarios chistosos y las carcajadas. Algunos curiosos, en su mayoría jóvenes estudiantes que poblaban el vecindario, se asomaban por las ventanas de las casas altas o se subían por las tapias para averiguar de qué se trataba semejante batifondo en el club. “¡Dejá de ladrar, perro! ¡Andate!”, le gritaban al ignoto cantante quien, entre tema y tema, sólo atinaba a decir nervioso “Gracias, gracias”. Nosotros nos reíamos asombrados de lo mal que entonaba Carlitos, en cuanto el resto del público, indiferente, no veía la hora de que Berna se fuera.
En total, sólo seis canciones pudieron tocar, pues tuvieron que retirarse rápidamente evitando la posible llegada de tomatazos o bolsas con orina. Después, vino lo que esperábamos: el conjunto Santamarina y, a la postre, el mentado Alberto Tosas y Los Rebeldes. Ninguno de quienes asistimos al baile de aquella noche se imaginó a dónde llegaría ese muchacho que bajara del escenario abucheado.
martes, 9 de septiembre de 2008
Lo sospeché desde un principio
"Neuronas del varón, más conectadas
El cerebro masculino tiene 30 por ciento más de interconexiones en el neocórtex."La Voz del Interior, 9 de setiembre de 2008
Tierras de la Salamanca
jueves, 4 de septiembre de 2008
¡Enviá tu foto y te llevás dos encendedores de regalo!
Son algunos títulos de la cobertura del desastre ambiental en las sierras de Córdoba hecha por un importante medio de comunicación local.
martes, 2 de septiembre de 2008
Viejo ladrón de sueños
No sé por qué hoy me acordé de un tema de Los Náufragos, Viejo ladrón de sueños, y puse a bajarlo de la red de redes, cosa que dícese delito mas me tiento fácil. Me encontré, a un toque de ratón, con una perlita sonaba hace quince años, y que anduvo buceando en mi cabeza desde ese entonces para, con el paso del tiempo, ir apagándose, pero que muy de vez en cuando volvía a aparecer en el vendaval de mi conciencia. Se trata de una una viejísima tanda publicitaria, que sonaba tanto en radio como en televisión a comienzos de los '90 la cual, como si hubiese quedado retenida, reprimida en mi inconsciente, afloró reconstruida más o menos mentalmente. Esta noche te cambio por otra, Viejo Ladrón de sueños y otra más que creo que era Una noche de copas, iban en una seguidilla que duraba menos de un minuto, mientras una voz en off anunciaba las fechas de los bailes. No podía creer esta tarde a todo lo que puede llevar una simple canción, que dicho sea de paso me gustaba mucho, era pegadiza y más aun con el tunga-tunga impreso en sus acordes. Lugares benévolos, amigos fieles, juegos de niños, alegrías inocentes, aromas más naturales, amores precoces, todo había quedado allí casi perdido hasta que esa tanda y esa versión -que mal no está- del tema de Los Náufragos me dejó casi lagrimeando. No puedo más que agradecer a los -ya no tan- chicos Orly y, por qué no, a Mr. "daunloud", por haberme dibujado una elegíaca sonrisa. Y por robar de la red, yo no quiero estar presooooo....
lunes, 1 de septiembre de 2008
No te vayas campéon!
Eehh, yo soy padre de familia, eeehhh, y digo que no positivo, o sea negativo, no me fui definitivamente del partido, sólo un par de meses, y me ofrecieron esto de la Concertación Plural… bueh, pido perdón si me equivoco, eehhh, que la historia me juzgue, eehh, y por los tongos con el Grupo Uno también, eeehh, pido perdón, bueno, yo soy padre de familia, eehh, bueno, el año pasado escalé, trepé y llegué a que me ungieran vicepresidente, y eehh, lo hice con el corazón, yo soy padre de familia….después me fueron de