Ciudad que sabes
de quietudes y movimientos
de tinieblas y resplandores
que has habido bríos de protestas,
reformas y rebeliones.
Has arropado en las entrañas de tu suelo
momentos cumbres de la historia patria
Algunos nos trajeron gloria y progreso
Otros nos sumieron en horas penosas y agrias
Bien merecida es tu reputación
de urbe agitada y combativa
No te han sido ajenos libros e ilustración
Tampoco cruces y campanas siempre altivas.
Ésta, mi tierra de humores y tonadas
tan variados como su geografía
supo de bonanza y carestía
y siempre va un paso adelante
marcha con sostenido talante
e inquieta sabe marcar
el rumbo adonde hemos de mirar
los argentinos de todas partes.
Fuiste cuna de revoluciones
cuando el autoritarismo te oprimió
mas cuando el avance social alteró
tu provinciana tranquilidad
te refugiaste en la sobriedad
y en un orden que luego se rompió.
Todo converge en el viejo paño
de la nobleza de tu historia
y es deber nuestro rescatar de la memoria
el espíritu de tus héroes
muchos de ellos olvidados,
obreros, docentes o pobres sin rentas
estudiantes, artistas, artesanos y poetas
todos aquellos que puedan enseñarnos
a reconstruir nuevamente
tu grandeza de antaño.
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