Más que la ficción

Créditos de las imágenes (bastante parecidas entre sí) a Solano López y a quien corresponda.

Anoche hablaba con mi vieja de las Infuenzas porcina y aviar, el SIDA, la fiebre amarilla y el dengue, y ella con su sentido fuertemente cristiano me advertía del regreso de las siete pestes que el Dios bíblico mandó a Egipto como manifestación de su ira frente a las maldades humanas.
Después me puse a leer un mail de Aníbal, mi amigo argentino que vive y trabaja en México. Allá están todos en un estado de psicosis colectiva, "cagados de miedo" de tal manera que nadie va a trabajar, la gente no sale de la casa y anda con barbijo hasta dentro del hogar, cerraron las escuelas, iglesias y reparticiones públicas y hasta quieren cortar el transporte urbano.
Esto de la gripe porcina me hizo acordar bastante a la película "Soy Leyenda" de Fracis Lawrence (basada en la novela homónima de Richard Matheson), y por qué no de la nevada mortal que asoló a la Tierra en la historia de El Eternauta, de Oesterheld y Solano López.
¿Tendremos que andar enmascarados como Juan Salvo y sus amigos? Ah, por cierto el traje aislante inventado por el ingeniero Favalli sería también un buen método para prevenir la epidemia por ahora más cercana, el dengue.
¿Algún método para prevenir la desidia e irresponsabilidad de dirigentes políticos en campaña, que quisieron ocultar el sol con las manos? Si no me equivoco, en el Chaco el dengue asola desde noviembre del año pasado, y recién a fines de marzo último se formó un comité gubernamental para hablar -sólo hablar- del tema, y apenas hace dos semanas la honorable legislatura reconoció el problema y declaró la emergencia sanitaria en la provincia. Con semejante capacidad de reacción, imaginemos que nos toca enfrentar la gripe del chancho, ¡ja ja! De tanta hijaputez nadie nos salva. Ahora el dengue está en catorce provincias más.